domingo, 25 de marzo de 2007

Luces y sombras


"Una de las magnanimidades de la mujer es ceder. El amor, en esa altura en que es absoluto, se complica con una especie de celestial ceguedad del pudor. ¡Pero cuántos peligros corréis, almas nobles! Muchas veces dais el corazón, y nosotros tomamos el cuerpo, y os queda el corazón y lo miráis en la sombra temblando.


El amor no tiene término medio: o pierde o salva. El destino humano está encerrado en este dilema. Ninguna fatalidad establece este dilema tan inexorablemente como el amor.


El amor es la vida, si no es la muerte, es cuna pero tumba también. El mismo sentimiento dice sí y no en el corazón humano. De todas las cosas que Dios creó, el corazón es la que despide más luz pero también más sombra."



Los miserables // Victor Hugo

2 comentarios:

Alice ya no vive aquí dijo...

Por eso el amor puede encumbrarnos a a las estrellas o llevarnos al infierno.

El corazón tiene las posibilidades de las luces más intensas y de las tinieblas más poderosas.

casi yo dijo...

Victor Hugo tiene razón a medias. Los hombres intentamos esconder el corazón detrás del escroto, pero no siempre somos capaces...