jueves, 15 de marzo de 2007

El hijo de la novia


Película preciosa. Argentina. Con un director tremendo, Juan Jose Campanella, que ha hecho otras películas como Luna de Avellaneda o El mismo amor, la misma lluvia. Y series cortas para TV como Vientos de Agua. De los actores - Eduardo Blanco, Ricardo Darín, Norma Aleandro y Hector Alterio- sólo decir que intento ver todas sus películas, por el hecho de que salgan ellos. La habré visto 783.294 veces…. Y alguna más.






De qué va: Rafael Belvedere (Ricardo Darín) no está conforme con la vida que lleva porque nunca tiene tiempo para disfrutar de nada. No tiene ideales, vive metido hasta el tope en el restaurante fundado por su padre (Héctor Alterio); carga con un divorcio, no se ha tomado el tiempo suficiente para ver crecer a su hija, no tiene amigos y prefiere eludir un mayor compromiso con su novia. Además, hace más de un año que no visita a su madre (Norma Aleandro) que sufre de Mal de Alzehimer y está internada en un geriátrico. Una serie de acontecimientos inesperados obligará a Rafael a replantearse su situación. Y en el camino, le ofrecerá apoyo a su padre para cumplir el viejo sueño de su madre: casarse por Iglesia.


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Transcribiría todos los diálogos, porque cada frase de cada escena es para saborearla con detenimiento, pero resumiendo mucho, me quedo con éstos:


“ -Antonio Belvedere, ¿aceptas como esposa a Norma Pellegrini para amarla y cuidarla hasta que la muerte les separe?
- Y después también.”




“Se acabó el tango, viejo. Basta de mocos. A rehacer mi vida. A buscar verdaderos amigos. A otra cosa (…). La verdad es que cuando vos sabés que nada de lo que te pase va a ser peor que lo que te pasó, te da como un cierto poder.
Yo ya no me preocupo más por nada.”




“Yo quiero vivir toda una vida con vos, llena de problemas. Los tuyos y los míos. Porque esos son problemas, esos son…Y quien no tiene esos problemas…ese es el problema más grande que puede tener.”



“Te agradezco que no querás jugar conmigo. Pero es que yo no iba a dejar que jugaras conmigo. Porque yo valgo. ¿Entendés? Yo valgo.”



“Este restorán lo empecé con Norma. Yo cocinaba, ella atendía: era una cuestión de dos. Me acuerdo que siempre discutíamos de porqué venía la gente, y ella decía que era por la cocina y yo decía que por su atención. es que Norma era una cosa... ella sí que era la especialidad de la casa, con esa sonrisa que tenía, ¡Aquél cartel luminoso! Imagínate, entraba la gente y ... ¡bum!, se encontraban con esa pintura, y ahí aparecía la Norma verdadera: más alegre, más luminosa, y claro, el cliente pensaba que había entrado en, qué sé yo, en el Paraíso por lo menos. Entonces ella pedía que la siguieran, que los iba a llevar a la mejor mesa. Eso se lo decía a todo el mundo, que los llevaba a la mejor mesa, y todos se lo creían porque si ella te llevaba, era la mejor mesa. Te hacía sentir como si fueras el único. (…) nos reíamos porque cada vez que iba a la cocina, todos, eh, todos, mujeres, niños, hombres, todos, todos, se quedaban como embobados mirándola, no sabían si seguían en la Tierra, si era un fantasma…tenían miedo que no volviera. Y ahí los volvía a sorprender: anotando todo ahí, junto a la caja, paradita como por arte de magia, como un ángel. Mi ángel.”




4 comentarios:

isaac dijo...

aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhh

me encantó el último diálogo...

aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhh

hace tanto que no veo una mujer con tanta presencia como la que se describe en ese diálogo...

hace tanto...

desde ayer...

aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhh

Alice ya no vive aquí dijo...

Es una película absolutamente delicioso, enternecedora hasta lo más recóndito. No hay emoción que no se vuelque en ella y se quede suspendida de una lágrima viva de pura intensidad :´)

RomáN dijo...

Una de mis "pelis" favoritas Avecita!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Admito ser un fan asiduo de películas que muerden el corazón!
Abraxos y bexos!

N. dijo...

Hey!! a mi también me encanta esa película, hasta la compré original (eso es un gran honor, porque siempre compro piratería... por cierto, que la presté hace tiempo y no me acuerdo si me la devolvieron..)
Creo que es la película con la que más he llorado. Neta, la primera vez que la vi, se terminó y me puse a llorar, llorar, llorar un chorro de rato. Ah!!! qué haríamos sin el cine?? Saluditos.