domingo, 4 de febrero de 2007

Historias por Madrid



No es mi intención poner en este espacio demasiadas experiencias personales, pero hay algo que sí que quería dejar anotado para poder recordarlo en los momentos de ánimo bajo o regular.


La historia, muy breve, ocurrió hacia mayo o junio del año pasado, mientras iba con prisas por el centro de la capital, concretamente por la zona de Callao, siempre lleno de gente, de ruidos, de movimiento...Una jungla en plena ciudad, para quien no lo conozca.


Había quedado a una hora temprana de la tarde con un amigo que muy amablemente me estaba dando clases particulares de una asignatura especialmente espinosa (asias, Dani:*), y llegaba tarde. No soporto llegar tarde.


Todos estos datos no son relevantes para la historia, pero quería contextualizar la escena. Yo es que sino, no me situo.

Estaba cruzando el paso de cebra que une la calle del "Café y Té" con la que baja hacia Fnac, cuando me atrajo la conversación entre dos chicas de unos treinta y pocos años:


"Chica 1: Todavía no me lo creo...

Chica2: (sonrisa)


Chica 1: Todo está siendo tan fácil...y siempre había sido tan complicado, tan difícil...

Chica 2: Me alegro mucho por ti


Chica 1: Ya, pero...

Chica 2: ¿Pero qué? ¿Qué pasa? ¿No estás contenta?


Chica 1: ¡Claro que estoy contenta! ¡Muchísimo! Lo que pasa es que...siempre ha sido tan difícil...que ahora no me lo creo."


*****


Sólo escuche esto, pero recuerdo que me llené de tranquilidad y ánimo.Prefiero no haber escuchado más para no saber a qué se estaban refiriendo, ni quiero saber qué fue de esa chica y si su Suerte se habrá mantenido en su sitio.


Pero pienso que a veces nos esforzamos mucho (uso el plural de modestia, pero me estoy refiriendo a mi únicamente) por que algo nos salga bien, y nos esforzamos y esforzamos y esforzamos...inútilmente. ¿Para qué? No solo no se gana nada, que ya de por sí es malo, sino que además, se pierden cosas.
Quizá lo mejor, el mejor camino, no es el que está lleno de piedras, el que te deja los pies destrozados y sin fuerzas y ánimos. Quizá hay cosas buenas que aparecen de pronto y son más fáciles, y ruedan solas, y no hay que esforzarse tanto para que salgan bien. Aunque cuando aparezcan tal vez no te lo creas.
Cosas que,simplemente, llegan.
Sin más.
Y entonces, sólo entonces, elegir ese camino.


8 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha parecido una conversación muy viva, muy signifacativa de algunos momentos que nos tiene reservados la vida...y eso q no sabemos ni de q hablaban..pero a mi me evoca muchas situaciones vividas, no se...bueno un besico laura, y te dejo que voy a ultimar mi aspecto, que he quedado...

Cyn dijo...

Las cosas que más he dusfrutado últimamente son las que llegan como huracán...

Gracias por visitarme!

Nos estamos leyendo

Anónimo dijo...

Es lo que se llama ser práctico. Dejar de dar vueltas a un asunto y sus posibilidades y coger la opción más inmediata.

Catrina dijo...

eh! ha sido bueno encontrarme a mi querida MAriposa de Sangre Marrón por acá, jaja.
Creo que son esos pequeños detalles del destino, la suerte o qué se yo, los que hacen la vida tan interesante y tan digna de ser vivida, podrían considerarse un bonito premio que, por inesperado, resulta más precioso. saludos!! n.n

isaac dijo...

me gusta la forma en que expresas tus palabras...

me fascinó el paréntesis que hiciste acerca de las pluralidades modestas...

y me asombró encontrar en el mundo otra persona que no soporte llegar tarde a otro lado...

saluts

Anónimo dijo...

Si quieres que te diga la verdad.
Personalmente no me acaban de gustar las cosas demasiado faciles.
Acabo por no apreciarlas lo suficiente y acabo por intentarlas hacerlas dificiles (en el fondo me gusta!!).
Aunque supongo que cada quien tendra sus particulares gustos :D

Besos!

Anónimo dijo...

Ya te dije un buen dia que ya no creo en los prototipos ni en las cosas preconcebidas, ya no basta con tenerlo todo planeado y perfectamente controlado... al final lo que verdaderamente te llena de ilusión y aire nuevo el alma, son esas pequeñas cosas que vienen sin avisar. Y da miedo muchas veces, y resulta "raro" como decia la chica de callao, pero te pasan a tí y te hacen feliz y eso es lo que importa.

Y cuántas cosas hemos pasado juntas en estos 8 años!! dios mio laura...8 años!! cosas buenas, otras no tanto..otras horribles, otras increibles... piedras, cuestas, pero también balsas para llegar al otro lado... y siempre en compañia, nunca solas...aprendiendo juntas de todo lo que nos rodea y haciendonos fuertes a cada paso. Ya en nada de pareces a la Laura de 4º e.s.o. y eso será por algo...

Y cuando te llegue...también te sorprenderás y lo verás raro, pero después te sentirás afortunada de poder compartirlo con los que te queremos...

Anónimo dijo...

En mi opinión, las cosas difíciles son las cosas que luego traen mas satisfacción. Que sería el hombre sin retos, los alpinistas sin el Himalaya, los científicos sin dudas o los atletas sin marcas.
Son las cosas difíciles las que nos hacen valorar realmente las cosas, nuestros logros personales. Sin cosas dificiles, todos estariamos muertos.
Yo creo que lo que mueve a los hombres son los retos y las ansias de superación.
Lo que pasa es que hay que tener muy claro lo que se quiere, y si realmente merece la pena intentarlo. Suena un poco frio, pero es asi.
Sigue asi, Fénix
Me gusta tu página. Un saludo
Anónimo